En Guatemala se trabaja con acciones enfocadas a reducir la contaminación de cuerpos de agua, lo cual afecta lagos, lagunas y ríos en todo el país. Comprobado es que la actividad humana en sus diferentes manifestaciones es el principal contaminante de los cuerpos de agua.
El Departamento de Recursos Hídricos y Cuencas del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), señaló que el ministerio a través de las actividades de monitoreo, vigila el cumplimiento del Acuerdo Ministerial 236-2006 el cual reglamenta las descargas residuales, reúso de aguas residuales y la disposición final de lodos.
En Guatemala, con el objetivo de reducir la contaminación en los cuerpos de agua, se accionó por medio de la coordinación del MARN, con las municipalidades el trabajo continuo en la implementación de plantas de tratamientos de agua residuales en los 22 departamentos a través de las 340 comunas.
Sin embargo, se prevé que durante el estado de calamidad decretado por la emergencia del COVID-19, la contaminación disminuya en alguna medida lo que favorece a los cuerpos de agua.
“La menor movilidad humana en estas últimas semanas, la baja en las actividades de hoteles, transporte público y vehículos particulares favorece a reducir la contaminación”, aseguró Vanessa Franco, de la Dirección de Recursos Hídricos y Programas Estratégicos.
Por su parte, Sharon Van, encargada del área de monitoreo de la cuenca del lago de Amatitlán, por medio de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Amatitlán (AMSA), mencionó que, aunque se prevé que algunos contaminantes en los mantos acuíferos pudieran haberse reducido durante la cuarentena que se vive en el país, a causa de la emergencia del Coronavirus, es prematuro brindar datos reales hasta no tener un muestreo posterior a la emergencia.
Van agregó que estos últimos días a través de un monitoreo en la cuenca se ve un cambio en el comportamiento de los residuos en el río Villalobos. Advirtió que no significa que no vaya contaminado, debido a que son varias las fuentes de contaminantes que son provocadas por sedimentación y aguas residuales de origen industrial, urbano, doméstico y comercial.
“La preocupación en esta emergencia es que la sedimentación pueda crecer por la gran cantidad de personas que generan residuos y desechos en sus casas. Sin embargo, la disminución en basura es sensible en la cuenca del lago de Amatitlán, pues, aunque el color sea verde esto tiene una relación con la temperatura y no precisamente que este más contaminado”, mencionan otros personeros de AMSA.