“Trabajamos en la estrategia nacional de restauración de paisajes forestales, como un mecanismo para el desarrollo rural, partiendo de las necesidades reales, de los recursos disponibles y de las experiencias y conocimientos locales”, expresó el ministro de Ambiente, Mario Rojas Espino, durante su intervención en el lanzamiento del proyecto que restaurará tres mil hectáreas de bosques en los departamentos de Escuintla, Jutiapa y Santa Rosa.
El proyecto “Recuperación y restauración del ecosistema manglar como estrategia local para contribuir a la reactivación económica de las comunidades vulnerables en la costa sur de Guatemala”, es una iniciativa implementada a nivel nacional por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), a través del Instituto Nacional de Bosques (INAB), y financiada por el Fondo de Desarrollo Verde para la región SICA en Guatemala, y que cuenta con el apoyo financiero y técnico de la Unión Europea y del Gobierno Federal Alemán, que busca aumentar la resiliencia al cambio climático en zonas vulnerables de la región centroamericana.
El lanzamiento oficial se llevó a cabo en la aldea Casas Viejas, del municipio de Chiquimulilla, Santa Rosa, en el que participó el alcalde Darío Escobar, autoridades de la iniciativa pública y privada, y donde se plantaron los primeros árboles que contribuirán a la restauración de los bosques de la costa sur, ecosistemas forestales estratégicos del litoral del pacífico oriental de Guatemala.
Alberto Cortezón, representante de la Unión Europea, aseguró que solo podremos revertir los efectos del cambio climático, promoviendo economías sostenibles y políticas ambientales que favorezcan la adaptación, por medio de la restauración de ecosistemas que mejoren los medios de vida de las comunidades.
El ministro consejero de la Embajada de Alemania en Guatemala, Oliver Jünger, indicó que esperan que las actividades de restauración permitan mejorar la calidad de vida en la zona, porque es importante proteger la naturaleza.
En la primera fase del proyecto se priorizaron acciones en el bosque manglar, latifoliado y ripario, que constituyen una franja de vital importancia para la recuperación y el mantenimiento de los procesos ecológicos de la zona.