La caja de pizza, las latas o botellas de bebidas, el envase de la leche, los restos de verduras, frutas y comida, son residuos y desechos sólidos que todos los habitantes de Guatemala están obligados a separar en orgánicos e inorgánicos, según las disposiciones del “Reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes”, Acuerdo Gubernativo 164-2021.
Esta normativa del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) involucra a todas aquellas personas, individuales o jurídicas, públicas o privadas, nacionales o extranjeras que, como resultado de sus actividades, produzcan residuos o desechos sólidos comunes, y deben separarlos al momento de su generación.
El reglamento está vigente desde agosto del 2021, y en estos primeros dos años de su implementación la clasificación es primaria, en el tercer año comenzará la separación secundaria (papel y cartón, vidrio, plástico, metal, multicapa y otros), la cual es obligatoria.
El reglamento es la primera normativa en Guatemala que regula, de manera integral, la separación desde el hogar, oficina, empresa o industria, la recolección, traslado, almacenamiento, tratamiento y disposición final de la basura. La elaboración del documento se hizo bajo la dirección del presidente Alejandro Giammattei, y fue coordinada por el ministro Mario Rojas Espino.
El Código Municipal y el Código de Salud establecen que las municipalidades son las responsables de velar por que se cumpla con el manejo adecuado de los desechos sólidos comunes. El MARN coordinará con los gobiernos locales la elaboración de planes para la gestión integral de los residuos, así como guías relacionadas con las políticas generales del Estado y con la Política Nacional para la Gestión Integral de los Residuos y Desechos Sólidos, y verificará que se cumplan los objetivos, regulaciones, normas y especificaciones técnicas del nuevo reglamento.
“Si nosotros separamos la basura vamos a poder controlar mejor la contaminación, pero más que eso, vamos a poder producir energía, composta, vamos a producir muchas cosas que van a regresar a la tierra a través del abono orgánico”.
presidente Alejandro Gimmattei
La nueva normativa también busca fomentar la economía circular, un modelo de producción y consumo que valora los materiales de los productos, en el que las materias primas se mantienen más tiempo en los ciclos productivos, lo que implica reciclar, reutilizar, reparar, renovar y compartir. El MARN, en conjunto con los entes sujetos al reglamento, promoverán la recuperación y reutilización de los productos y materiales luego de su uso, para alargar su ciclo de vida, por lo que facilitará alianzas entre actores, sector público y privado, para impulsar modelos de negocio que propicien el desarrollo sustentable.
“El MARN busca establecer una cultura ambiental sostenible en todo el país, por medio de distintas acciones encaminadas a proteger los recursos naturales y heredar ciudadanos responsables que resguarden la riqueza natural milenaria de Guatemala”, expresó el ministro Mario Rojas Espino.
El Ministerio de Ambiente desarrollará un diagnóstico técnico en los primeros tres años, y con la asistencia de los sectores involucrados, se establecerán medidas de reducción progresiva para impulsar la economía circular.
El incumplimiento, omisión y violación a las normas establecidas en el reglamento, así como toda infracción cometida por los entes sujetos a la reglamentación que incumplan las disposiciones, recibirá sanciones de uno hasta 40 salarios mínimos.
Los espacios de almacenamiento temporal de residuos y desechos deberán contar con normas mínimas aplicables a los espacios o sitios, así como la infraestructura, recipientes o contenedores, vehículos de recolección, procedimientos autorizados y transporte adecuado. Asimismo, deberán cumplir con las normas y disposiciones, regulaciones técnicas, ambientales y sanitarias específicas, detalladas en el acuerdo.