Los océanos sirven como la mayor fuente de proteínas del mundo. Más de tres mil millones de personas dependen de la biodiversidad marina costera para su sustento. De igual forma absorben alrededor del 30 por ciento del dióxido de carbono producido por los humanos lo que amortigua los impactos del calentamiento global.
La Organización de Naciones Unidas conmemora el 8 de junio como el Día Mundial de los Océanos. Este día es propicio para que la población en general pueda tener conciencia sobre el cuidado y la protección de los océanos, por lo que se insta a conservarlos y darle un uso sostenible a los mares y recursos marinos.
La vida marina se encuentra amenazada, por la pesca excesiva, la captura incidental no deseada, los desechos plásticos, las sustancias radiactivas, la extracción de petróleo y gas, la caza de materias primas, la navegación como motores de diésel, la extracción de área y grava, de sal, el cambio climático con sus efectos como el aumento del nivel mar, enumeró Regina Sánchez Castañeda, del departamento de Ecosistemas del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales.
Sánchez Castañeda, refirió que desde la implementación de la Política para el Manejo Integral de las Zonas Marino Costeras, según el Acuerdo Gubernativo 38-2009, se creó la “Mesa Técnica para la Gestión Integrada Marino Costera de Guatemala”, la cual trabaja varios proyectos en favor de los océanos.
“Cuando se piensa en los riesgos para la salud pública, es posible que no se piense en el océano. Sin embargo, cada vez más, la salud del océano está íntimamente ligada a la salud del ser humano. Algunos pueden sorprenderse al saber que organismos descubiertos a profundidades extremas se utilizan para acelerar la detección de COVID-19, y lo que podría ser aún más asombroso, que este es un ecosistema que podría dar una solución a muchos problemas que presenta la humanidad”, expresó Sánchez Castañeda.