Agricultores que forman parte del proyecto de Adaptación al Cambio Climático en el Corredor Seco de Guatemala en el municipio de Morazán, El Progreso, han visto resultados positivos en sus cultivos por las buenas prácticas ambientales implementadas.
Durante la visita a los agricultores de las comunidades la Ciénaga y Platanitos, del municipio de Morazán, en el departamento de El Progreso, donde se observó los avances en las prácticas de conservación de la tierra, cómo evitar la quema del rastrojo (restos de tallos y hojas que quedan en un terreno tras cortar un cultivo) y el manejo del mismo, el cual contribuye a la protección del suelo.
El proyecto es desarrollado por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), el Instituto Nacional de Bosques (INAB) y financiado por el Banco de Desarrollo de Alemania (KFW).
La adaptación al cambio climático tiene como objetivo mejorar los sistemas productivos en la gestión sostenible del agua, suelo y bosque, como una medida de adaptación a los efectos negativos del cambio climático de las comunidades.
También se intenta reducir la deforestación, aumentar el rendimiento en la producción de granos básicos y la participación de las mujeres en los sistemas de producción agrícola y agroforestal.
El MARN y el MAGA apoyan la política institucional para la conservación del agua y suelos. El proyecto en Morazán, vigente desde el 2018, ha cubierto 32 comunidades. En la actualidad, beneficia a 17 comunidades con 477 productores acumulados hasta la fecha. Además, se han entregado mil 167 quintales de fertilizantes y se han entregado 80 quintales de semilla de maíz certificada.