Durante los próximos siete años el proyecto “Medios de vida resilientes de pequeños agricultores vulnerables en los paisajes mayas y del Corredor Seco de Guatemala (Relive, por sus siglas en inglés)”, dotará de herramientas que permitirán a las comunidades guatemaltecas sobreponerse a los efectos del cambio climático.
El Ministro de Ambiente y Recursos Naturales, Mario Rojas Espino, hizo el lanzamiento oficial del proyecto Relive, acompañado del gerente del Instituto Nacional de Bosques (INAB), Rony Granados, la coordinadora residente de las Naciones Unidas en Guatemala, Rebeca Arias, y el representante de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), Ricardo Rapallo.
Relive permitirá dar asistencia a los agricultores vulnerables en la zona de las verapaces, el sur de Petén y en el Corredor Seco, para adaptarse a los impactos del cambio climático mediante prácticas agrícolas y de gestión del agua, así como la diversificación de ingresos económicos. Estas áreas fueron afectadas recientemente por la depresión Eta y la tormenta Iota.
“Durante siete años se brindará asistencia y apoyo a nuestras comunidades vulnerables”, enfatizó Rojas Espino. El ministro explicó que promoverán prácticas agrícolas resilientes al clima, apoyo a la gestión eficiente del agua para la agricultura y promoverán condiciones favorables para medios de vida.
El financiamiento para el programa Relive será de US$66.7 millones, no reembolsables, de los cuales US$29.8 millones los aportó el Fondo Verde para el Clima, US$29.8 millones del Gobierno de Guatemala y US$7 de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA).
Los beneficiarios indirectos de esta iniciativa son 583 mil personas, y la asistencia directa será para 116 mil productores rurales, 46,541 serán mujeres. Se inpulsará en 29 municipios en Alta y Baja Verapaz, Chiquimula, Petén y Zacapa.
La coordinadora residente de la ONU expresó que Relive evitará la emisión de un millón de toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a un ocho por ciento de la meta que el país se comprometió a cumplir ante la Convención de Cambio Climático para 2030.
“Estos proyectos son complicados, toman hasta tres años para ser aprobados. Estoy muy contenta de que se haya aprobado por el Fondo Verde para el Clima”, añadió Arias.
El gerente del INAB reconoció que Relive permitirá una restauración forestal y vincularla a los programas de incentivos forestales que tiene el país. “Lograremos el manejo forestal sostenible y hacer más resilientes a las poblaciones”, destacó.
Por otra parte, Rapallo afirmó que el proyecto cobra relevancia por la situación que vive el país por la depresión Eta y la tormenta Iota. “Relive es una muestra de lo que puede hacer el sistema de Naciones Unidas en Guatemala. Cuenten con la FAO para la implementación”, concluyó el representante.